En esos momentos mantenía mi agencia de diseño web, con un equipo contratado en una oficina y simultáneamente ofrecía mis servicios de experto en Marca Personal.
También me sucedía algo: si hablaba de mi agencia estaba incómodo porque ya no disfrutaba tanto de ese tipo de trabajo con PYMEs que daban problemas. Además, mi equipo no cuajaba del todo.
Si embargo al hablar de Marca Personal me brillaban los ojos. Y mis resultados eran mucho mayores.
Quería dar el salto a trabajar únicamente como experto en Marca Personal, pero seguía aferrado a mi agencia.
Un día un gran cliente nos dejó a pagar una gran cantidad de dinero. En poco tiempo pasé otra gran crisis. Tuve que cerrar la oficina, volver a trabajar desde casa y despedir a los empleados.
Mi libro ya estaba a punto de publicarse. Y había descubierto una cosa importante:
Había hecho las marcas personales de muchas otras personas consiguiendo muy buenos resultados. Pero aún no había trabajado la mía.
Nadie me conocía, y aunque tenía marca personal, no la había mostrado aún al mundo.
El cierre de mi oficina y la publicación del libro fue el despegue de una nueva etapa profesional para mí, llena de experiencias, aprendizajes y nuevos retos, como la organización de eventos, trabajar con Best Sellers nacionales y conferenciantes internacionales, la participación en eventos como ponente o formador, la creación de campañas globales y sobre todo el lanzamiento de mi propia Marca Personal.
El libro me hizo tener un reconocimiento como experto en Marca Personal. Mucha gente que no me conocía se acercó a mí. Mis clientes y seguidores en redes sociales empezaron a crecer exponencialmente.
Y más cuando llegó otra gran crisis: la pandemia del Coronavirus.
Mi actitud fue la de, en ese momento en especial, empezar a dar constantemente contenido gratuito a través de entrevistas y directos con personas de referencia. He podido entrevistar a personas que en otro momento pensaría que eran inalcanzables. He sido entrevistado por medios de comunicación que nunca hubiese imaginado, como Forbes.
Mis resultados ahora no paran de crecer. Pero de lo que estoy especialmente orgulloso no sólo es de los nuevos clientes que he conseguido, sino de toda la gente a la que de una manera u otra estoy aportando valor.
Y en especial de ayudar a aquellas personas que están pasando por un proceso de transformación como el que tuve yo.
Nunca he estado tan alineado con mi propósito ayudando de manera masiva, y qué curioso, a través de mi Marca Personal y de ser producto del propio producto que he creado tengo mejores resultados que nunca.
ESE ES EL VERDADERO LINGOTE DE ORO